Las raíces de las plantas de marihuana
Las raíces es el primer órgano de la planta que tras la germinación entra en contacto con el medio de cultivo que le rodea. En general crecen hacia dentro de la tierra y no suelen ser visibles a simple vista por estar debajo de la tierra.
Las raíces de las plantas de cannabis se pueden presentar en ambos casos aunque las adventicias suelen verse bastante menos y solo en ambientes de cultivo con una humedad elevada y constante en tiempo. También se suele ver en esquejes de marihuana que están enraizando.
Estructura de las raíces
La raíz o sistema radicular podríamos decir que tiene una organización piramidal. Crece principalmente de modo vertical hacia dentro la tierra y las ramificaciones secundarias crean a su vez unas pequeñas ramificaciones llamados capilares que son los encargados de captar y transportar el agua y los nutrientes a la planta.
Las raíces siempre mantendrán las misma estructura de crecimiento pero pueden variar el método de colonización del sustrato según la granumetría y composición del mismo. Si utilizamos un sustrato compacto, a las raíces les costará mucho expandirse ya que no encontrará huecos por donde crecer lo que ralentizará la colonización del sustrato y con ello el crecimiento de las plantas.
En caso de utilizar un sustrato inadecuado, las plantas de cannabis crecerán muy lentas, será muy espigado y poco frondoso.
Funciones principales de las raíces
La función principal de la raíz es otorgar soporte y anclaje al suelo, además de la absorción de agua y la captación de nutrientes. El tallo se encarga de transportar los nutrientes a las hojas.
La raíz secundaria se encarga del crecimiento del grosor de las raíces y causa la pérdida de los tejidos primarios como la epidermis, el córtex, incluyendo la hipodermis y la endodermis.
Un buen sistema de raíces mantendrá a las plantas bien alimentadas para poder cosechar flores de gran tamaño, sabrosas y pesadas. En caso de no tener un sistema radicular desarrollado la floración y producción de flores puede verse reducida drásticamente.
El crecimiento de las raíces
La expansión radicular se da sobre todo durante el crecimiento de la planta. Los primeros días/semanas/meses de vida de la planta, bajo fotoperiodo de crecimiento, las raíces crecen todo lo que pueden desarrollando gran cantidad de raíces secundarias capilares para que durante la floración puedan absorber grandes cantidades de alimento y poder albergar grandes cogollos, obteniendo cosechas enormes.
Es muy importante cuidar el riego al máximo. La raíz siempre busca agua o humedad en el sustrato y no se detendrá hasta que la encuentre. Si el sustrato está muy húmedo, las raíces no tendrán la necesidad de ir a por agua con lo cual no crecen.
Las plantas autoflorecientes tienen el crecimiento limitado a solo unas pocas semanas; si durante este tiempo se producen errores en el cultivo estos repercutirán negativamente en el tamaño y producción final de las plantas automáticas.
Es muy importante respetar los ciclos de humedad y sequedad durante todo el cultivo, de este modo se consigue un sistema radicular potente capaz de absorber los nutrientes de los alimentos para obtener una planta de gran tamaño que cuente con una excelente producción.
Las raíces en el período de floración
Cuando las raíces ya se han expandido lo suficiente como podemos observar en la imagen inferior, ya no crecen al mismo ritmo que cuando se encuentran en período de crecimiento. Esto comienza a ocurrir cuando la planta presenta las primeras flores, que sueles ser las 2 semanas en plantas de 8 a 9 semanas de floración, tras el cambio de fotoperiodo. Ya no es necesario utilizar un estimulador de raíces.
Durante la floración la planta sigue creando raíces pero de un modo más lento. Debemos mantener el sistema radicular lo mejor posible para que pueda producir grandes cogollos. Las raíces que se pierdan a causa de la falta de agua o por podredumbres no se podrán recuperar, lo que provoca la pérdida de absorción de nutrientes, y se traduce en obtener una menor producción.
Cuando nos encontremos en este momento del cultivo podemos usar productos como las enzimas que son una excelente opción para el cuidado de las raíces. Además, ayudará a evitar la salinización del sustrato, lo que hará que la planta esté más relajada para poder aportar el máximo durante el cultivo.
Posibles causas de muerte de las raíces
El crecimiento de las plantas de marihuana puede ser uno de los períodos de cultivo más largos en un cultivo de exterior o interior donde en países como los del sur de Europa gozan de un largo período de primavera y verano. Durante la fase de crecimiento se pueden presentar problemas que pueden derivar en la muerte de la planta incluso antes de empezar la etapa de floración.
Veamos algunas de las principales causas de muerte de las raíces y cómo evitarlas.
Exceso de riego durante el cultivo
En los cultivadores noveles podemos observar el exceso de riego en plantas, especialmente en las plantas jóvenes en sus primeras semanas de vida.
El principal motivo es regar con demasiada agua. Las plantas pequeñas tienen una resistencia muy limitada, en parte debido a su tamaño. Una planta con dos cotiledones y tres pequeñas raíces no puede hacer frente a un riego con gran cantidad de agua, simplemente porque no la podrá absorber, no tiene suficiente de absorción en la zona radicular.
Falta de riego durante el cultivo
Las plantas de cannabis con falta de riego parecen débiles y sin vida. No es de extrañar que adquieran este aspecto, ya que el agua tiene un papel vital en la fisiología de la planta. El marchitamiento de la marihuana por falta de riego es distinto al exceso de agua - aunque de forma muy sutil. Las hojas estarán muy frágiles y quebradizas, e incluso tendrán una consistencia parecida al papel. Tendrán un aspecto deslucido y apagado. Otro síntoma de la carencia de riego es un medio sumamente seco y árido.
La falta de agua se da cuando los cultivadores no están satisfaciendo las necesidades de las plantas. Sin una cantidad suficiente de agua, el sistema de raíces se secará, lo que podría reducir tanto el crecimiento como los rendimientos de las plantas. Asegúrate de regar tus plantas cuando la capa superior del suelo se haya secado. Si esperas más tiempo podría tener efectos perjudiciales.
Algo que también puede causar escasez de agua es utilizar el tamaño de maceta equivocado en las distintas etapas del crecimiento. Si cultivas un plantón en una maceta grande, podrías estar reduciendo las posibilidades de que absorba suficiente agua, porque su pequeño sistema de raíces no tendrá oportunidad de captarla antes de que se drene.
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